domingo, 18 de octubre de 2020

Introspección automática o por qué no puedo llorar:

 

A veces estoy sentada en la cama

y me invade un pensamiento

y la mayoría de esas veces intento que ese pensamiento se derrame por mi cara

como las gotas saladas que se escurren por los rinconcillos de las rocas

buscando su recipiente, el lugar donde la forma les aporta un sentido

-pero no pasa-

el pensamiento camina en vaivenes sobre un hilo enredado y negro

-pero no cae-

como el funámbulo del Zaratustra tratando huir de su propia condición

su tragedia es buscarse hombre o más que hombre

mi tragedia es no hallarme humana

Está claro que lo que me hace daño es sólo una pequeña parte de un Todo

y espero que cuando se junten todas las partes, pueda reconocerme en el abismo

Estoy segura que en su pozo podré contemplar el cielo sin hormigas

      yo he hecho del peligro mi profesión.

 

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