jueves, 29 de octubre de 2020

ANÁLISIS DE LA MUERTE EN “LA FANTASÍA FILOSÓFICA” DE TERRY PRATCHETT.

 

Mundodisco: homenaje a Terry Pratchetthttps://www.ivoox.com/mundodisco-homenaje-a-terry-pratchett-audios-mp3_rf_58404046_1.html 

 

Comienzo mi análisis con una cita del maestro Schopenhauer en relación al concepto de lo “sublime”:

En estos instantes es cuando el intrépido espectador de semejante cuadro reconoce con toda evidencia la naturaleza doble de su conciencia; comprende que es individuo, fenómeno frágil de la voluntad, a quien el golpe menor de aquellas fuerzas podría aniquilar; ser impotente contra la poderosa Naturaleza, criatura dependiente, juguete de la suerte, átomo imperceptible enfrente de poderes colosales, pero al mismo tiempo se siente sujeto inmortal del conocimiento puro, que, como condición del objeto, es el portador del mundo entero; siente que esta lucha aterradora de la Naturaleza no es más que su propia representación, y que él mismo, en la tranquila contemplación de las Ideas, es un ser libre y ajeno a toda voluntad y a toda miseria. Tal es la impresión perfecta de lo sublime. Lo que lo produce es la contemplación de un poder incomparablemente superior al hombre y que amenaza aniquilarle. Esta impresión puede producirse también, de una manera muy diferente, cuando nos representamos una simple cantidad en el espacio y el tiempo, cuyas proporciones ilimitadas nos reducen a la nada. (Schopenhauer, 1819)

Creo que poco más puedo añadir.

 

REFLEXIÓN 1. “Soy la personificación misma del morir” / ¿la muerte tiene forma?

El narrador nos cuenta algo así como que “la muerte cambia de forma porque nadie quiere mirarla de frente” o, lo que es lo mismo, la muerte no está acostumbrada a que la gente tenga ganas de verla. Es curioso, ya que aquí expone algo muy interesante y es que la muerte no es aprehensible, no tiene forma, es tan expansiva como la propia vida y se encuentra en cualquier espacio. Sin embargo, el ser humano se empeña en moldearla, en configurarla, es decir, en introducirla dentro de unos parámetros o estructuras propios del mundo sensible. En el relato la muerte es personificada y busca distintas formas de manifestarse. Hace humor con las imágenes que los hombres crean de sí misma, se mofa de ese ser oscuro con capucha y guadaña típico de las novelas malas (es curioso el paralelismo bíblico con el demonio, el mal, que también busca distintas formas de mostrarse ante los hombres materializándose en ángel, mujer o serpiente). La cuestión es que buscamos darle forma a aquello que tememos, y si el ser temido tiene cuerpo es más fácil creer en la idea de que podemos destruirlo, pero como bien sabemos tú y yo (y Hegel) no se puede atentar contra la ley universal.

 

REFLEXIÓN 2. “No se juega con las cosas del morir” / aceptación del determinismo.

Una vez que el relato nos hace ver que la muerte no es algo contra lo que podemos luchar, nos invita a no jugar a creernos inmortales o capaces de esquivar la ley universal (otro paralelismo con la soberbia luciferina frente al Dios todopoderoso, ya que fue el propio demonio el que le dijo a Dios “Non serviam”, como si algo tal fuera posible). Y expone algo así: “la muerte es nuestro único acercamiento al conocimiento del tiempo. La muerte es rápida pero no más rápida que la luz”.

El hombre debe olvidarse de la idea de lucha y aceptar de algún modo su naturaleza frágil y determinada por el cosmos. Es por ello que el relato expone: “el pacto con las leyes de la física nos dice que la justicia no existe, sólo existe la muerte. La muerte es un mal necesario o, mejor dicho, un bien”. Se pasa de un enfrentamiento a un pacto, una “reconciliación” con el absoluto, con lo sublime, con aquello que nos supera. La muerte es ahora vista como un bien que nos empuja a vivir la vida, a extraer el jugo de nuestra existencia.

 

REFLEXIÓN 3. La fantasía como vía de escape.

Aquí comienza el rasgo vitalista de la obra, nuestra razón humana nos empuja a buscar un sentido al caos existencial, si estamos determinados por las leyes universales y nuestro fin último es la muerte, una muerte cruda y desprovista de sentido ¿a qué podemos aferrarnos? Pues bien, Terry dice: “sólo la fantasía le da sentido a la vida humana”, es decir, los hombres necesitan de ella para encontrar su esencia, y prosigue en su declaración: “la fantasía es el punto donde el ángel que cae (demonio) se encuentra con el simio que se alza (hombre)”. Hemos reconciliado al hombre con sus demonios, hemos desterrado la soberbia del que piensa que puede no servir al cosmos. Es un rasgo esperanzador del relato, si el hombre reflexiona es capaz de controlar sus pasiones trágicas, es decir, puede moldear su propio miedo y avanzar filosóficamente.

 

REFLEXIÓN 4. Vitalismo filosófico/ Muerte de Dios.

¿Cuál es el problema anti-vitalista que refleja el relato? ¿qué es lo que no nos deja ser hombres libres? El principal problema que se observa es que el hombre necesita creer en mentiras pequeñas para empezar a creer en mentiras grandes como la justicia, la compasión o el deber. Los humanos necesitamos creer que hay un orden natural en el mundo para afianzar el hecho de que podemos ser juzgados (y, sobre todo, que podemos juzgar a los demás). Sólo un ser inferior y sufriente gasta su vida pensando que posee o puede poseer ideas absolutas partiendo de su mísera existencia.

Aquí se refleja el pensamiento anti-platónico que ya vemos en Nietzsche cuando se dispone a filosofar con el martillo. Las ideas absolutas que habitan en el mundo inteligible son grandes mentiras con las que hemos sido controlados a lo largo de la historia universal. El propio cristianismo es platonismo invertido en tanto que convence al hombre de que el mundo en el que habita no es el verdadero, sino un insulso pero inevitable “valle de lágrimas”, lugar donde debe empeñarse en sufrir y ser siervo, hasta alcanzar la vida eterna en el reino de los cielos. La creencia en un Dios poseedor de la justicia, el bien y la verdad, y que, en palabras de Nietzsche, está “hecho a imagen y semejanza del hombre” es la creencia en la gran mentira, en la mentira más absoluta de todas. Dios es la materialización del miedo y de la debilidad del hombre que no sabe enfrentar el absurdo de su existir.

Posteriormente, observamos como, en el inicio de la era moderna, el idealismo alemán encabezado por Kant y los ilustrados sigue alentando al hombre a aferrarse a las ideas platónicas en el desarrollo de su Metafísica.

Volviendo al tema, el hombre da forma al absoluto imaginándose a Dios al igual que da forma a la muerte imaginándose a un oscuro segador severo; pensando ingenuamente que dándole forma puede enfrentar aquello que, por lógica, le supera. Aquí vemos como Terry y Nietzsche cohesionan en la misma idea, hay que romper con los valores que nos impone la historia universal desde la antigüedad clásica a la modernidad. O lo que es lo mismo: hay que matar a Dios y no dejar rastro.

 

REFLEXIÓN 5. La lucha contra la estupidez/ reanimar el pensamiento expansivo.

En alguna parte del relato se dice algo así como que “el hombre es estúpido porque piensa que su universo cotidiano está dentro de su cabeza y es esto lo que le lleva a pensar que su mundo cotidiano tiene algún sentido” (…) “Si el ser humano pensara más en las estrellas y se fascinara más con los milagros del universo, sufriría menos”. Nuestra mundana existencia es un hecho extraordinario y tiene un valor incalculable, hay que disfrutar del tiempo que nos ha tocado vivir. No se puede controlar nada, el caos derrota al orden, creer que un minúsculo humano como nosotros es capaz de controlar algo es luchar contra la ley universal.

Esto no es más que un acercamiento al pensamiento expansivo, a romper las anteojeras que no nos permiten ver más allá de lo que hay en nuestro entorno reducido. Hay que intentar observar al mundo con el ojo omnisciente de un autor de novela fantástica (idea, que, aunque no lo parezca, es muy unamuniana). La única aproximación a la felicidad es la aceptación del caos y la contemplación consciente de nuestra propia existencia.

Traigo a colación este fragmento de mi amado Nietzsche en Sobre verdad y mentira en sentido extramoral (1873), que como se puede observar es también una maravilla literaria:

En algún apartado rincón del universo, desperdigado de innumerables y centelleantes sistemas solares, hubo una vez un astro en el que animales astutos inventaron el conocer. Fue el minuto más soberbio y más falaz de la Historia Universal, pero, a fin de cuentas, sólo un minuto. Tras un par de respiraciones de la naturaleza, el astro se entumeció y los animales astutos tuvieron que perecer. Alguien podría inventar una fábula como ésta y, sin embargo, no habría ilustrado suficientemente, cuán lamentable y sombrío, cuán estéril y arbitrario es el aspecto que tiene el intelecto humano dentro de la naturaleza; hubo eternidades en las que no existió, cuando de nuevo se acabe todo para él, no habrá sucedido nada. Porque no hay para ese intelecto ninguna misión ulterior que conduzca más allá de la vida humana. No es sino humano, y solamente su poseedor y creador lo toma tan patéticamente como si en él girasen los goznes del mundo. Pero si pudiéramos entendernos con un mosquito, llegaríamos a saber, que también él navega por el aire con ese mismo pathos y se siente el centro volante de este mundo. Nada hay en la naturaleza tan despreciable e insignificante que, con un mínimo soplo de aquel poder del conocimiento, no se hinche inmediatamente como un odre; y del mismo modo que cualquier mozo de cuadra quiere tener sus admiradores, el más orgulloso de los hombres, el filósofo, quiere que desde todas partes, los ojos del universo tengan telescópicamente puesta su mirada sobre sus acciones y pensamientos.

Y posteriormente prosigue: Al mundo le da igual lo que sintamos o pensemos, somos una mota de polvo que gira entorno a una bola de fuego.

 

REFLEXIÓN 6. Humanismo filosófico/Superhombre.

La conclusión del relato es puramente humanista puesto que dice que: “no se puede ir por ahí esperando a que llegue alguien (deidad o idea) que construya un mundo mejor para la gente, sólo la gente puede construir un mundo mejor para la gente” / “El mundo es solamente una jaula si no conviertes tu vida en una historia, (y si no espabilas) te vuelves parte de la historia de otro”.

Terry es un humanista (que viene a significar que el fin último es la valoración del ser humano y de su propia condición; lo que alienta a suplir la sensibilidad y la inteligencia como dotes principales del hombre) y nos quiere decir que, tras una verdadera ruptura con el miedo, hay esperanza para la humanidad. Por lo que hay un anti-nilismo claro. El hombre puede crearse a sí mismo, puede construir sus propios valores, puede ser el superhombre de Nietzsche, ser cercano a un niño con voluntad de poder, o ese “hombre nuevo, feliz y orgulloso…aquel al que le de igual vivir o no vivir” que adelantaba años antes Dostoievski.

En definitiva: La muerte es segura, es la única certeza que tenemos de estar vivos y hay que aprovechar el tener consciencia de la misma para ejercer la voluntad.

 

(Alba María Jiménez García; 28 de octubre de 2020)

 

 

 

 

domingo, 18 de octubre de 2020

P.

 


Hoy la noche es blanca y no es por la luna

Me cuentan que el tiempo estuvo detenido durante la tarde, que algunos cigarros se encendieron solos y que caía un hilillo de fuego de los árboles

Hoy la noche es blanca y avanza tras mis pasos

Se retuercen las canciones en mi cabeza, las aves salen del confinamiento
y los oídos tapados por el plástico hacen del espacio vacío una burbuja de pensamientos

Hoy la noche es blanca y no estás tú para verlo

Pero mentiría si dijera que no te has cruzado conmigo,
al menos como parte de un presente
que corría junto a las gotas doradas del alcohol y saltaba en la espuma gris de mi mechero

Y bueno (...)
Hoy la noche es blanca y aclara las intenciones

Y, aunque nadie más que yo es capaz de reconocerlo, has estado;
ya no puedo decir que salgo a la calle con un pensamiento hueco.

(noche del 9 de octubre de 2020)

Introspección automática o por qué no puedo llorar:

 

A veces estoy sentada en la cama

y me invade un pensamiento

y la mayoría de esas veces intento que ese pensamiento se derrame por mi cara

como las gotas saladas que se escurren por los rinconcillos de las rocas

buscando su recipiente, el lugar donde la forma les aporta un sentido

-pero no pasa-

el pensamiento camina en vaivenes sobre un hilo enredado y negro

-pero no cae-

como el funámbulo del Zaratustra tratando huir de su propia condición

su tragedia es buscarse hombre o más que hombre

mi tragedia es no hallarme humana

Está claro que lo que me hace daño es sólo una pequeña parte de un Todo

y espero que cuando se junten todas las partes, pueda reconocerme en el abismo

Estoy segura que en su pozo podré contemplar el cielo sin hormigas

      yo he hecho del peligro mi profesión.

 

viernes, 2 de octubre de 2020

PESADILLA.

 

Tengo una pesadilla recurrente
en la que un edificio se derrumba en mis piernas
Y las flores nacen de la sangre

(Y es posible)

Porque es una de esas pesadillas de colores chillones
donde el sonido se puede mirar de reojo
Y es agudo y desagradable

(Y no la soporto)


porque es muy triste
tan triste como el deseo hondo que esconde todo intento de incendiar un pensamiento.

Ojalá poseer el pozo de tus ojos
para reposar mi memoria.


                                                                              (Alba María, 27 de septiembre 2020)