El corazón es como un puño que sujeta una culebra
Y cuando más intenta apretarla más se le escurre de los dedos
Pobre bicho que simboliza la seguridad del hombre, frágil y estúpido
Pero, a veces, el corazón también es una mano extendida que observa tranquilo y distante a ese animal que duerme
Y solo cuando este respira, los dedos también se calman
Solo entonces el hombre siente
Y aprecia
Y está satisfecho
Y la vida deja de ser un ensayo para pasar a ser algo parecido a una caricia de niño
Y eso es la alegría: dejar al animal en paz.