A mi amigo Chema,
porque él supo seducir al
desencanto
A veces, te recuerdas
Y te sientas en el tranco de tu puerta y miras tus
manos con extrañamiento
A veces, te imaginas
Rotando una llave redonda alrededor de tus dedos,
fantaseando con el ángulo que encaja sus dientes de cobre con tu costado
izquierdo
A veces, te huyes
Y de pronto encuentras un desencanto de explosiones
agrias en tu boca
Y te exasperas y piensas que quizá eso no es la vida
Pero te repites que qué más da cuando hasta aquella
lágrima fue alimento, cuando hasta el humo de este porro es preciso ahora
a veces, hasta la ira, la pena, el consuelo,
el portón de un
antro,
las pieles suaves,
el tempo lento
(40 - 60ppm)
son convenientes
…
A veces, como tú dices, nada está de más
porque bien sabes que el demonio está en los detalles.
(Alba María; noviembre de 2021)
No hay comentarios:
Publicar un comentario